La dirección escolar tiene gran importancia en el mundo en el que hoy nos encontramos insertos, puesto que puede actuar como un factor positivo que contribuya con la eficacia y el cambio.
La dirección escolar en Chile, ha estado marcada por diferentes hitos desde 1980, principalmente ligados a los periodos políticos que ha vivido nuestro país y por consiguiente a los gobiernos que se han sucedido en el último tiempo, y de los avances y modificaciones en materia educativa que se han suscitado.
Así, ha ido evolucionando la dirección escolar a través del tiempo, hasta llegar a lo que se vive en la actualidad: debido a la inclusión de los modelos de Gestión de Calidad, se hace necesario centrar las políticas educativas en los resultados de aprendizaje de los alumnos. De esta manera, se ha tomado conciencia en cuanto a la importancia que posee una gestión descentralizada y el rol directivo para poder lograr los objetivos institucionales planteados y con ello lograr la eficacia escolar. Para lograr aquello, se han puesto en marcha estrategias como: mayor cantidad de programas que busquen promover estrategias para potenciar el rol directivo, además de programas de perfeccionamiento, renovación y concursabilidad de cargos directivos y asignación de incentivos al logro de metas centradas en la gestión escolar.
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La dirección escolar en las políticas educativas de la reforma
A lo largo de los últimos años se han implementados cambios de importancia en los planes y programas, así como también en las modalidades de financiamiento. Todo esto se debió al cambio de políticas educacionales
En Chile, “el sistema instalado tiene una capacidad inadecuada de respuesta a los estímulos del mercado para producir un mayor aprendizaje estudiantil y, la falta de liderazgo institucional y administrativo entre los Directores de escuela, se une a la falta de autoridad de supervisión que impide que los profesores puedan implementar reformas y mejorar los aprendizajes”. (Garay y Uribe, 2006: 45)
Desde una visión de la Gestión escolar, existe una problemática central, referido a al “doble dependencia dada por los Sostenedores (personal, infraestructura, recursos) y Ministerio de Educación representado por los Departamentos Provinciales y Secretarías Ministeriales que abordan aspectos curriculares y pedagógicos. La tensión del sistema aparece y se refleja por cierto en el Director(a) de la Escuela, que tiene que lidiar entre estas dos fuerzas, dando como resultado que los cambios esperados, están muy por bajo de las expectativas originales” (Garay y Uribe, 46)
- La dirección escolar en los estudios de eficacia escolar en chile
Una gran cantidad de estudios relacionados con las escuelas efectivas dan cuenta de la escuela posee una gran incidencia en las causas de los resultados de los estudiantes, de manera especial cuando ellos provienen de una ambiente familiar con problemas.
También inciden otros factores como: el liderazgo por parte de la dirección del establecimiento, el clima escolar, las prácticas de enseñanza y el manejo de las salas de clases.
“La Dirección escolar de las escuelas efectivas estudiadas, destaca la focalización en los aprendizajes, en un ambiente ordenado (con énfasis en la disciplina de los procesos pedagógicos), con una preocupación especial en las distintas formas de aprendizaje y ritmo de los alumnos y probablemente la más relevante, esa convicción profunda de la Dirección escolar en creer sin limitaciones (altas expectativas) en las capacidades de aprendizaje de los estudiantes” (Garay y Uribe, 54).
- Los Modelos de Calidad y la Centralidad en la Gestión
De acuerdo a las últimas experiencias en materia educativa, puede evidenciarse la necesidad de implementar nuevas estrategias para mejorar los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Así surge el Modelo de la Fundación Chile, el cual persigue incorporar ideas innovadoras al sistema escolar chileno y se caracterizaba por los siguientes aspectos:
- “Ser “una sistematización de los componentes claves que una institución escolar debe tener en su funcionamiento organizacional. Teniendo como foco el aprendizaje organizacional en su conjunto, basándose en premisas básicas como la gestión de calidad, visión y estrategia institucional, la participación de los integrantes de la comunidad escolar, la evaluación de procesos y los resultados” (Garay y Uribe, 56).
- Incluir entre sus principales objetivos fomentar el liderazgo educativo, con la finalidad de obtener mejores resultados en los establecimientos educacionales.
- Concentrarse en seis áreas específicas, con la finalidad de lograr una gestión efectiva. Éstas son: Orientación hacia los alumnos, sus familias y la comunidad, Liderazgo Directivo, Gestión de las Competencias Profesionales Docentes, Planificación, Gestión de Procesos, y Gestión de Resultados
Otro modelo que surgió fue el denominado SACGE, el cual “interroga a cada establecimiento, independientemente de su tipo, modalidad, dependencia, matrícula, entre otras especificidades, sobre la forma en que aborda organizacionalmente aquellos aspectos de la gestión escolar que, según la experiencia del MINEDUC y la investigación aplicada, inciden de diversas maneras en el tipo y calidad de los resultados educativos”. (Portal SACGE – www.mineduc.cl, citado por (Garay y Uribe, 59).
Este planteamiento, puede resumirse de la siguiente manera:
- Conclusiones finales
- A pesar de los avances que se han logrado en materia de dirección escolar, aún existen numerosos desafíos.
- A pesar de la voluntad de consenso no ha logrado impactar, hasta ahora, en los resultados de aprendizaje de los estudiantes.
- La visión y metas que se planifican, no se llevan a la práctica
- No se supervisan a los profesores en su labor docente en el aula.